jueves, 28 de junio de 2007

TODO SOBRE MI BODA







Llegó ese día tan esperado cuando en un concierto de Benny Ibarra con una de mis canciones favoritas "Uno" mi novio saca de su chamarra una cajita que contenía un hermoso anillo de compromiso. Sin dudarlo un segundo acepté, él era el amor de mi vida!!! Así empezó todo, la iglesia no nos costó trabajo ya que yo sabía donde quería casarme: "San Agustin, en Polanco" le dije y él aceptó. La fecha de nuestra boda sería el 20 de mayo del 2006 (hace un año). Inmediatamente nos apresuramos a buscar salón para la recepción, despues de visitar varios nos decidimos por el Restaurante Foresta en el Colegio de Arquitectos.

Que seguía?? Pues el sueño de toda mujer, buscar el vestido. Debo confesar que la idea del vestido que toda mi vida creí tener cambió totalmente. En el verano del 2005, con los planes de la boda en pleno, me fui de viaje con mis papás a Brownsville y decidí buscar ahí mi vestido. Fuimos a una plaza donde hay puras tiendas de novias, entre a la primera tienda, escogí varios vestidos, me probé el primero y dije "es este!!" Pero no quería apresurarme y decidí probarme mas e ir a otras tiendas. Me probe dos vestidos más en la misma tienda, y uno en otra hasta que me di cuenta que no debia seguir, así que corrí a la primera tienda por el vestido de mis sueños. Tambien me di cuenta que el vestido habia sido como cuando vi a mi novio por primera vez AMOR A PRIMERA VISTA (aunque no lo crean, existe).

Ahora?? pues el banquete, que debía dar de cenar, como adornar, la música, fotografía, video, las damas. Me faltaban tantas cosas!!! Soy una persona sumamente organizada, así que compré una carpeta donde administraba todos los gastos, y tenia una lista de las cosas que debía hacer y las que ya estaban hechas. Despues nos dimos cuenta que tambien habia que checar todo lo de la casa, la luna de miel, 1000 cosas. Creía que nunca iba a terminar, en momentos temía que todo fuera a ser un desastre. No!!!! No podía serlo, había soñado tantas veces con ese momento que tenía que ser perfecto, nada podía opacar nuestra felicidad. Era en esos momentos cuando me tranquilizaba y todo seguía fluyendo como debía.

Finalmente, llegó ese día. Cuando me terminaron de maquillar y de peinar me colocaron el velo, al verme al espejo empecé a llorar, despues mi mamá, mi hermana y mis damas de honor me ayudaron a vestirme y yo seguía llorando. Finalmente salí de mi cuarto y al bajar las escaleras mi papá me estaba esperando, tambien llorando. Despues de la sesión de fotos, me subi al carro con mi papá y me dirijí a la iglesia. Recuerdo que cuando llegué y vi a todos mis invitados tan puntuales comencé a temblar. Me bajé del carro, aún no veía a mi novio. Llegué a la puerta de la iglesia y el cortejo empezó a entrar. Al escuchar la marcha nupcial a mi entrada, sentí escalofríos, finalmente estaba cumpliendo el sueño de mi vida. Mi hermano, estaba llorando cuando lo vi y yo tambien lloré al verlo, pero cuando giré mi cabeza hacia el altar, ahí estaba él, mi novio, mi futuro, con los ojos llenos de lagrimas mirandome, mis papás lo abrazaron y retiraron el velo de mi rostro y unieron sus manos con las mías. Fué una ceremonia hermosa, llena de emociones y de buenos deseos de toda la gente que nos quería y nos honraba con su presencia.

Para concluír, debo decirles que he sido muy feliz durante toda mi vida, pero nada se compara a la felicidad que sentí ese día. Mientras escribo esto, tengo enfrente de mi una foto de ese día y se me llenan los ojos de lagrimas al recordarlo. Comparto esto con ustedes porque creo que ha sido lo mejor que me ha pasado. Llevo un año felizmente casada y espero vivir muchos más así.

Adriana Urrutia






1 comentario:

Lucy Padilla dijo...

Queridisima Adriana...

¡Me hiciste llorar :-)!

Cuando leía tu descripción tan detallada, pude verlo todo como en una película, muchas gracias por compartir con nosotros algo tan maravillosamente importante.

Te felicito, siempre he pensado, que el día de la boda, es algo que TODA mujer debería vivir (pase lo que pase después) porque es uno de los días en que cualquier mujer es inmensamente feliz, y eso SI dura para toda la vida...

Un abrazo con mi cariño y mis mejores deseos por muchísimos más años juntos y felices.

Lucy Padilla